El azabache es un carbón vegetal, una variedad dura, negra y brillante del lignito, de textura compacta y pulimentable, muy apreciado para la talla y la joyería.
Suave y cálido al tacto, ligero y bastante duro, tiene fractura concoidea y color de raya pardo oscuro. Arde produciendo mucho humo y despidiendo mal olor.
Desde la antigüedad, el azabache ha tenido la consideración de material mágico y protector, bien en bruto o tallado, y ha sido usado como talismán contra las energías negativas.
Una de las representaciones más conocidas y extendidas del azabache, ha sido la higa o figa, amuleto contra el mal de ojo.
En Asturias, se encuentran los yacimientos de azabache considerados de mejor calidad del mundo, junto a los ingleses de Whitby ( Yorkshire). Este azabache asturiano, procede de unos árboles jurásicos pertenecientes al grupo de protopináceas que se extinguieron hace unos 65 millones de años, al mismo tiempo que los dinosaurios. En cambio, el azabache del condado de Yorkshire parece tener su origen en plantas del tipo de la araucaria.
Del árabe hispánico azzabáǧ, con el mismo significado y este del clásico صبغ (sabag), “pigmento”, a su vez del persa شبق (shabaq). En Asturias se le llama acebache o azebache; en Galicia, acebiche o acibeche; en euskera, atxabitxi; en catalán,gaieta (derivado de Gagas) y también atzabeja; en Aragón se le llama azabaya, y en portugués azeviche.